domingo, 31 de marzo de 2013


Nos duele tanto separarnos porque nuestras almas están unidas. 

Es probable que siempre lo hayan estado y que siempre lo estén. 

Quizá hayamos vivido mil vidas antes que esta y nos hayamos encontrado en cada una de 

ellas. 

Y hasta es posible que en cada ocasión nos hayamos separado por los mismos motivos.

Eso significa que este adiós es a un tiempo, un adiós de diez mil años y un preludio de 

lo que vendrá. 

Cuando te miro, contemplo tu belleza y tu gracia y sé que han crecido con 

cada vida que has vivido

También sé que te he estado buscando durante todas mis vidas anteriores. 

No buscaba a alguien como tú, 
sino a ti, 
pues tu alma y la mía están destinadas 

a estar juntas. 

Y sin embargo, por razones que escapan a nuestro entendimiento, nos han obligado a 

despedirnos.

Me gustaría decirte que todo se arreglará entre nosotros, y te prometo hacer lo que 

esté en mis manos para que así sea. Pero si no volvemos a vernos y esta es una verdadera 

despedida, sé que nos reencontraremos en otra vida. 


Volveremos a encontrarnos, 

y aunque 

las estrellas hayan cambiado, 

no nos amaremos sólo por esa vez, 

sino por todas las veces anteriores.

No hay comentarios:

Publicar un comentario